Nueva estimación: a partir de un estudio en 189 países. Según científicos de la Universidad de Duke, entre el 22 y el 47% de las especies vegetales está en peligro
Cálculos previos situaban esa cifra en torno del 13% En Ecuador, el 83% de las especies endémicas estaría en riesgo En el país sólo se cuenta con datos fragmentarios
Fotos:
Passiflora loxensis, amenazada
Foto: Gentileza Carlos Ulloa, Jardín Botánico de Missouri
Si el estudio que hoy publica la revista Science está en lo cierto, el ser humano no cuida sus reinos y dilapida la herencia que debe a las futuras generaciones: de acuerdo con la estimación realizada por Nigel Pitman y Peter Jorgensen, de la Universidad de Duke, Estados Unidos, casi la mitad de las especies vegetales del globo podría estar amenazada de extinción.
"Es bien sabido que el 13%, la cifra más citada para calcular la fracción de la flora global amenazada, resulta una seria subestimación -escriben los investigadores-, porque no incluye un escrutinio confiable de especies en riesgo en las latitudes tropicales, que es donde crece la mayoría de las plantas del mundo. Nuestro cálculo arroja un resultado de entre 22 y 47%, mucho mayor de lo que se creía. Dado que el número de las especies vegetales de la Tierra continúa siendo materia de discusión, hicimos dos cálculos separados sobre la base de dos estimados recientes, 310.000 y 422.000."
Para llegar a esta conclusión, los científicos debieron utilizar datos publicados e inéditos sobre endemismo (confinamiento a una zona), especies amenazadas y área correspondientes a 189 países.
Trazar esta imagen, sin embargo, no fue fácil: los datos sobre patrones globales escasean, por lo que es difícil evaluar la verdadera extensión de la crisis vegetal.
"Los resultados sugieren que la mitad de las especies puede considerarse amenazadas de extinción, según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)."
Para los especialistas, los países tropicales son los que llevan el peso de la destrucción. Una gran proporción de las especies potencialmente amenazadas se encuentra en países de esa parte del globo, en los que coinciden una gran diversidad de flores y pérdidas masivas del hábitat.
"El 83% de las especies de plantas endémicas para Ecuador -afirman-, califican como amenazadas dentro de los criterios de la UICN."
Aquí, en el país, no existen datos que permitan cuantificar el empobrecimiento del escenario natural.
Según la doctora Alicia Burghardt, del Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental, de la Facultad de Ciencias Exactas, de la UBA, "en la Argentina no se realizan estimaciones como éstas, apenas puede haber datos fragmentarios. No hay una política científica a ese respecto".
No es sencillo evaluar los efectos de la desaparición de una especie sobre un ecosistema. "Hay que estudiar caso por caso -subraya la especialista-. Puede no ocurrir mucho, o puede desaparecer el ecosistema."
Calentamiento global
Mientras en Nueva Delhi representantes de casi 200 países intentan acordar la puesta en marcha del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, otro trabajo publicado hoy en Science y firmado por el equipo de Martin Hoffert, profesor de física de la Universidad de Nueva York, llega a la conclusión de que no existen, por ahora, tecnologías que puedan reemplazar la energía producida por los combustibles fósiles. Según los científicos, se requiere una fuerte inversión en el desarrollo de fuentes de energía alternativas para evitar un desastre ecológico.
Y enseguida agrega: "No se trata de conservar por conservar... La alarma surge, por un lado, de la desaparición de masas boscosas: los vegetales son los que producen oxígeno, aunque no conozco estudios científicos serios acerca de cuál es el impacto de la deforestación en la producción de este gas. Por otro lado, hay muchas especies de gran utilidad para el ser humano, y si desaparecen antes de ser estudiadas, ese beneficio potencial se pierde definitivamente. Es cierto que todo lo que sea prospectiva es discutible, pero también es innegable que resulta positivo establecer redes de conservación y bancos de semillas. En Brasil existen y muy buenas".
El ingeniero agrónomo y doctor en biología Carlos Villamil, profesor del Departamento de Biología y Bioquímica de la Universidad Nacional del Sur, y miembro del Comité de Plantas de la IUCN, es un especialista en el tema. "Hace tiempo que estamos intentando hacer un listado de plantas amenazadas en la Argentina, pero todavía es muy fragmentario. Aunque alguna información se encuentra en la bibliografía, en la mayoría de los casos los datos faltan."
Según los investigadores norteamericanos, una base de datos actualizada sobre todas las especies en extinción requeriría una inversión de cien dólares por especie, alrededor de doce millones de dólares anuales.
"Sólo con un emprendimiento de estas características se podrán monitorear y prevenir las extinciones de gran escala que se prevén para este siglo en los trópicos", advierten.
Cálculos previos situaban esa cifra en torno del 13% En Ecuador, el 83% de las especies endémicas estaría en riesgo En el país sólo se cuenta con datos fragmentarios
Fotos:
Passiflora loxensis, amenazada
Foto: Gentileza Carlos Ulloa, Jardín Botánico de Missouri
Si el estudio que hoy publica la revista Science está en lo cierto, el ser humano no cuida sus reinos y dilapida la herencia que debe a las futuras generaciones: de acuerdo con la estimación realizada por Nigel Pitman y Peter Jorgensen, de la Universidad de Duke, Estados Unidos, casi la mitad de las especies vegetales del globo podría estar amenazada de extinción.
"Es bien sabido que el 13%, la cifra más citada para calcular la fracción de la flora global amenazada, resulta una seria subestimación -escriben los investigadores-, porque no incluye un escrutinio confiable de especies en riesgo en las latitudes tropicales, que es donde crece la mayoría de las plantas del mundo. Nuestro cálculo arroja un resultado de entre 22 y 47%, mucho mayor de lo que se creía. Dado que el número de las especies vegetales de la Tierra continúa siendo materia de discusión, hicimos dos cálculos separados sobre la base de dos estimados recientes, 310.000 y 422.000."
Para llegar a esta conclusión, los científicos debieron utilizar datos publicados e inéditos sobre endemismo (confinamiento a una zona), especies amenazadas y área correspondientes a 189 países.
Trazar esta imagen, sin embargo, no fue fácil: los datos sobre patrones globales escasean, por lo que es difícil evaluar la verdadera extensión de la crisis vegetal.
"Los resultados sugieren que la mitad de las especies puede considerarse amenazadas de extinción, según la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)."
Para los especialistas, los países tropicales son los que llevan el peso de la destrucción. Una gran proporción de las especies potencialmente amenazadas se encuentra en países de esa parte del globo, en los que coinciden una gran diversidad de flores y pérdidas masivas del hábitat.
"El 83% de las especies de plantas endémicas para Ecuador -afirman-, califican como amenazadas dentro de los criterios de la UICN."
Aquí, en el país, no existen datos que permitan cuantificar el empobrecimiento del escenario natural.
Según la doctora Alicia Burghardt, del Departamento de Biodiversidad y Biología Experimental, de la Facultad de Ciencias Exactas, de la UBA, "en la Argentina no se realizan estimaciones como éstas, apenas puede haber datos fragmentarios. No hay una política científica a ese respecto".
No es sencillo evaluar los efectos de la desaparición de una especie sobre un ecosistema. "Hay que estudiar caso por caso -subraya la especialista-. Puede no ocurrir mucho, o puede desaparecer el ecosistema."
Calentamiento global
Mientras en Nueva Delhi representantes de casi 200 países intentan acordar la puesta en marcha del Protocolo de Kyoto sobre cambio climático, otro trabajo publicado hoy en Science y firmado por el equipo de Martin Hoffert, profesor de física de la Universidad de Nueva York, llega a la conclusión de que no existen, por ahora, tecnologías que puedan reemplazar la energía producida por los combustibles fósiles. Según los científicos, se requiere una fuerte inversión en el desarrollo de fuentes de energía alternativas para evitar un desastre ecológico.
Y enseguida agrega: "No se trata de conservar por conservar... La alarma surge, por un lado, de la desaparición de masas boscosas: los vegetales son los que producen oxígeno, aunque no conozco estudios científicos serios acerca de cuál es el impacto de la deforestación en la producción de este gas. Por otro lado, hay muchas especies de gran utilidad para el ser humano, y si desaparecen antes de ser estudiadas, ese beneficio potencial se pierde definitivamente. Es cierto que todo lo que sea prospectiva es discutible, pero también es innegable que resulta positivo establecer redes de conservación y bancos de semillas. En Brasil existen y muy buenas".
El ingeniero agrónomo y doctor en biología Carlos Villamil, profesor del Departamento de Biología y Bioquímica de la Universidad Nacional del Sur, y miembro del Comité de Plantas de la IUCN, es un especialista en el tema. "Hace tiempo que estamos intentando hacer un listado de plantas amenazadas en la Argentina, pero todavía es muy fragmentario. Aunque alguna información se encuentra en la bibliografía, en la mayoría de los casos los datos faltan."
Según los investigadores norteamericanos, una base de datos actualizada sobre todas las especies en extinción requeriría una inversión de cien dólares por especie, alrededor de doce millones de dólares anuales.
"Sólo con un emprendimiento de estas características se podrán monitorear y prevenir las extinciones de gran escala que se prevén para este siglo en los trópicos", advierten.
Fuente:
http://www.prodiversitas.bioetica.org/prensa35.htm
http://www.lanacion.com.ar/02/11/01/sl_445984.asp
LA NACION 01/11/2002 Página 12 Ciencia/Salud
http://www.lanacion.com.ar/02/11/01/sl_445984.asp
LA NACION 01/11/2002 Página 12 Ciencia/Salud
No hay comentarios:
Publicar un comentario